El POST-IT lo inventaron Spencer Silver y Arthur Fry, dos trabajadores de la multinacional 3M en la década de los setenta. Silver era químico y trabajaba en la creación de un superpegamento, capaz de unir partes de aviones.
En sus pruebas, Silver desarrolló un pegamento de alta calidad pero de baja adherencia. Se trató de un error, pero el líquido era capaz de unir dos papeles y estos se podían despegar fácilmente. Además, el pegamento era reutilizable.
Silver no sabía qué hacer exactamente con su invento ya que no era considerado específicamente como pegamento debido a su debilidad. Gastó algunos años buscándole alguna utilidad y sobre todo a alguien que le interesase.
Cuando coincidió con Arthur Fry, el también trabajador de 3M tenía un pequeño pero crucial problema: Como integrante del coro de su iglesia necesitaba que sus marcadores del libro de himnos no se cayeran. Recordó entonces el invento de Silver, el pegamento reusable que solo unía dos papeles débilmente. Lo probó y le fue perfecto: había nacido el Post-.it.
Viajamos ahora hasta 1946. Ese año, Percy Spencer, ingeniero de la Corporación Raytheon, estaba trabajando en un proyecto relacionado con el radar. Mientras probaba un nuevo tubo de vacío, descubrió que una tableta de chocolate que tenía en el bolsillo se derritió más rápido de lo que esperaba. Ante la duda, comenzó a experimentar apuntando el tubo a otros artículos, como huevos o incluso granos de palomitas de maíz. Tras los experimentos, concluyó que el calor percibido por los objetos provenía de la energía de microondas. Poco después, presentó una patente para el primer microondas que pesaba más de 300 kilos y medía 1,68 cm de alto.
Mark Twain dijo: “Un hombre con una nueva idea es un loco, hasta que ésta triunfa.”
A veces hay que experimentar para llegar a conseguir el éxito.
Ensayo, prueba y error: la historia nos enseña que los grandes descubrimientos, si bien son fruto de un arduo trabajo previo, no siempre han surgido al primer intento e incluso en muchos casos no han sido el objetivo buscado, sino consecuencia no intencionada de la investigación desarrollada para conseguir otro resultado
Las estrategias de marketing digital tampoco son una ciencia exacta y siempre hay que experimentar y analizar resultados antes de aplicar nuevos cambios y, al igual que Silver, sin olvidar nunca que estamos buscando el “pegamento” adecuado para una empresa, durante el proceso podemos encontrar nuevas vías o aplicaciones para ese “pegamento” que buscamos y así descubrir el “Post-It” que esa empresa necesita
Es necesario recordar que no hablamos de magia, sino de ciencia, y por tanto hay que aplicar el método científico: elaborar una hipótesis para conseguir lo que se desea, realizar los ensayos y pruebas adecuados para verificarla y llegar a una conclusión que podamos replicar hasta el infinito.
Crear un sistema de marketing automatizado de atracción de clientes y ventas de manera predecible para tu empresa.